Llega la PRIMAVERA y le damos la bienvenida. Este tiempo nuevo en el que todo se renueva y también nosotros nos sentimos renovados, remotivados y experimentamos la Presencia siempre nueva e innovadora de Dios. Tiempo abierto al Infinito. Primavera de Dios...
Cuando llega la Primavera la naturaleza se reviste de nuevos colores, nueva belleza una variedad sin fin de perfumes, esa frescura única, el cantar de los pájaros que nos despiertan al amanecer, la luz del sol que se apresura en regalarnos sus rayos luminosos y calientes...
En Potosí la naturaleza nos brinda toda esa belleza nueva de forma imponente, como se estuviera saliendo de su tálamo donde estuvo preparándose durante los largos meses del riguroso invierno.
Retoños, hojas, flores, brotes... vida, energía, novedad... ¡lo más lindo!
Retoños, hojas, flores, brotes... vida, energía, novedad... ¡lo más lindo!
La llegada de la primavera suele generar en nuestro ánimo un optimismo vital que vale la pena descubrir y celebrar.
"En una rosa caben todas las primaveras".
"La primavera es el despertar de la tierra. Los vientos de marzo son el bostezo de la mañana".
En el mundo occidental, la azucena es el símbolo más difundido de la pureza y la perfección. Es también símbolo de la paz, la divinidad y la inocencia.
Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía, amor y fraternidad!
Desde tiempos remotos, las flores ocupan un lugar especial en la vida de las personas. Las flores son tesoros preciados, ofrenda y veneración.
"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante y detrás de cada noche viene una aurora sonriente".
"Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera".
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