Si es cierto que siempre hay que vivir la vida con alegría y esperanza, también lo es que hay momentos en los que tales actitudes se experimentan con especial fuerza y emoción. Así fue en la llegada de retorno de Hna. María José a nuestra comunidad después de estar ausente por tres meses con motivo de compromisos.
Y más intensa fue la alegría y la esperanza con la llegada de Hna. Rejane que vino para fortalecer a la comunidad y compartir una experiencia nueva como misionera en Potosi.
Al lado de Jesús el Buen Pastor, Hna. Rejane, encontrarás luz y fortaleza para tu servicio en esta comunidad. ¡Que estés bien!
Que tu vida florezca mucho, que experimentes la felicidad de dar y compartir tu vida con los demás acá en las alturas de los Andes.
La Virgen del Carmen te acompañará en cada momento, Ella, la gran discípula y misionera de Jesucristo.
¡Hna. María José y Hna. Rejane, bienvenidas a nuestra casa!
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