Es tiempo de Pascua, de alegría y de esperanza, porque Cristo ha resucitado y es nuestra garantía de vida nueva.
En este Domingo II de Pascua acogemos la Divina Misericordia, don que recibimos de Cristo Resucitado y el regalo de la beatificación de Juan Pablo II, el Papa que vino a visitarnos en Bolivia, trayéndonos un nuevo aliento de esperanza.
La celebración eucarística presidida por el P. Marco Antonio Abascal.
Bellísima estampa del nuevo Beato Juan Pablo II.
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