Compartimos el testimonio de un seminarista de nuestra diócesis, el cual resalta bastante el proceso de su vocación, además de sus orígenes, aspecto que resalto el Papa Francisco a los religiosos de Bolivia.
"...que, por favor, pidieran todos los días la gracia de la memoria de no olvidarse de dónde te sacaron. Te sacaron de detrás del rebaño. No te olvides nunca, no te la creas, no niegues tus raíces, no niegues esa cultura que aprendiste de tu gente porque ahora tenés una cultura más sofisticada, más importante. Hay sacerdotes que les da vergüenza hablar su lengua originaria y entonces se olvidan de su quechua, de su aymara, de su guaraní: “Porque no, no, ahora hablo en fino”. La gracia de no perder la memoria del Pueblo fiel. Y es una gracia. El libro del Deuteronomio, cuántas veces Dios le dice a su Pueblo: “No te olvides, no te olvides, no te olvides”. Y Pablo, a su discípulo predilecto, que él mismo consagró obispo, Timoteo, le dice: “Y acordáte de tu madre y de tu abuela”.
REFLEXIÓN Y ORACIÓN
¿Cuál es el proceso de tu vocación?
¿respondes a cada una de las llamadas de Jesús?
¿Si ya caminas tras las huellas de Jesús haces memoria de donde te saco, “No te olvides, no te olvides, no te olvides”.?
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